La obsolescencia programada es la planificación del fin de la vida útil de un producto. Se diseña algún componente de modo que pasado un cierto tiempo, calculado por el fabricante, el aparato se vuelva inservible. Y por falta de repuestos o los altos precios de los mismos sea más rentable comprar uno nuevo. El objetivo es aumentar el consumo sin tener en cuenta repercusiones medioambientales.
Es posible que algunas empresas practiquen este sistema esperando ampliar las ventas, pero es un mal negocio ya que puede significar una pérdida de prestigio muy difícil de recuperar.
Si que hay productos con algún componente que se deben cambiar a lo largo de la vida del mismo (caso de los automóviles), pero siempre dentro de una planificación previa. Esto no sería un tema de obsolescencia programada.
Pero hay casos en que se llega a la obsolescencia no por que el producto deje de funcionar si no porque ha dejado de ser útil, o nos hacen creer que ya no es útil. Productos en los que cada equis tiempo (corto) aparece una nueva versión con mejores funcionalidades. Detrás de esto si que hay una planificación de cuando hay que lanzar al mercado cada modelo y de un soporte publicitario que nos convence de la necesidad de adquirirlo.
En otros casos las actualizaciones que debe soportar el aparato lo hace cada vez más inútil. Todos hemos sufrido el deterioro del ordenador cada vez que se actualiza una versión de sistema operativo, más lentitud, más necesidad de cpu, más necesidad de disco, etc.
No es una obsolescencia programada. No hay piezas fabricadas para que hoy a las 10 el televisor se rompa. Sin embargo hoy a las 10 el ordenador tarda un montón en arrancar, el móvil no tiene las prestaciones últimas que se acaban de anunciar a bombo y platillo, el automóvil eléctrico ha bajado de precio y ya podemos hacer cuentas por si nos interesa. Total tenemos una necesidad imperiosa de cambiar, de consumir, todo lo que nos rodea está obsoleto.
Y sin embargo, el avance tecnológico depende de que las empresas ganen dinero e inviertan en nuevas tecnologías que nos harán una vida, en principio, más confortable.
Difícil equilibrio que hay que mantener.
¿Que podemos hacer?
En principio sería aconsejable no salir a comprar de forma compulsiva, sino en primer lugar hacer una meditación, que no es necesario que sea mindfulness, pero si de atención plena y preguntarse: Con la versión actual que dispongo ahora ¿tengo cubiertas mis necesidades? Si la respuesta es afirmativa, pues de momento no cambio o no actualizo a nueva versión. Si lo necesito más adelante, seguro que ya ha salido un nuevo modelo con nuevas prestaciones. Si con ello consigues aumentar la durabilidad del aparato un tiempo, el planeta te lo agradecerá y tu bolsillo también.
Consumo ……… SI
Responsable …. SI
Compulsivo ….. NO