“Ultimátum a la Tierra” (la película buena, la del año 1951) nos presenta un extraterrestre (Klaatu: con aspecto humano) que llega con su platillo volante acompañado de su protector, un robot (Gort: con un vestido de hojalata) capaz de destruir a quien se le ponga por delante.
La misión de Klaatu es diplomática: Avisar a los gobiernos del Mundo que van por mal camino, que con las guerras, el armamento nuclear y otras perlas por el estilo, están poniendo en peligro el equilibrio cósmico. Ellos (Klaatu & cia) los están observando, que hay tiempo de cambiar pero si siguen así, no tendrán más remedio que aniquilar la especie humana.
La película sigue, los gobiernos no hacen ni caso a Klaatu, y en una mítica secuencia, cuando Gort está a punto de destruir toda la raza humana, la chica le dice “Klaatu barada nikto” y el robot se lo piensa mejor y perdona a los humanos.
Desde 1951 hasta hoy han pasado años (décadas) y sin embargo vamos de mal en peor, la utilización descontrolada de recursos está provocando un calentamiento rápido de la Tierra junto con un alto nivel de residuos que contamina el planeta, alterando el equilibrio vital de las especies (la nuestra incluida).
Un gran número de “Klaatus” están avisando de las consecuencias de este camino, gritando que hay que cambiar, pero los gobiernos continúan tomando el tema con excesiva tibieza. Si no hay cambio, esta vez Gort no parará a tiempo y la especie humana será destruida.
Si los gobiernos siguen sin hacer caso a Klaatu, debe ser la Sociedad la que presione a que utilicen energías renovables, que se reutilicen los productos, que se reciclen los recursos, que se elimine la utilización del plástico, ….
Los científicos nos dicen que todavía hay tiempo, pero que no queda mucho para que la marcha atrás sea imposible. Todos los individuos debemos aportar nuestro esfuerzo en una misma dirección, nos jugamos la supervivencia de la especie. La frase que detenga la destrucción, la “Klaatu barada nikto” que detenga a Gort, ahora debería ser: “Utiliza productos ecológicos”.