La máquina de genes

En la obra divulgativa “El gen egoísta”  (primera edición – 1976) Richard Dawkins nos presenta una idea original: Las especies complejas pluricelulares, entre ellas el Homo Sapiens, son máquinas de genes (robots) fabricados por los propios genes.

“El gen egoísta” tuvo de todo, críticas y aplausos, pero sobre todo mucha resonancia. Expresa la tesis neo-darwinista de que el gen es la unidad primaria de la evolución.

Así que según Richard Dawkins y muchos otros biólogos los animales somos unos lerdos robots creados con el fin de asegurar la supervivencia de sus genes constructores. Una vez creadas, las máquinas inician solas su recorrido por la vida, siempre bajo control de los genes que van guiando su comportamiento.

En efecto, los genes se han asegurado el control, no solo sintetizando proteínas, no solo marcando el  comportamiento instintivo de los organismos, si no mediante un sistema de recompensas, premiando (a base de proporcionar placer) o castigando (con dolor). De esta forma se asegura de que el organismo adecue su conducta al fin principal del gen: conseguir la inmortalidad.

Pero ahora nos encontramos con una especie: El Homo Sapiens, que se ha descontrolado. No existe ninguna especie conocida cuyo comportamiento ponga en peligro su  propia supervivencia, excepto el Homo Sapiens.

La Humanidad está cambiando el clima, está degradando el planeta, se está comportando contra-natura. No solo estamos destruyendo muchas especies, si no que estamos modificando condiciones de vida  en muy corto espacio de tiempo, con lo que la adaptación resulta imposible.

Los genes han construido una máquina que va directa a su destrucción. Ha sido un invento fallido que las leyes de la selección natural (la supervivencia del más apto) se encargarán de hacer desaparecer.

Solo alguna mutación genética o cultural nos puede hacer comprender, a nivel planetario, que el desarrollo debe realizarse sin comprometer los recursos de las próximas generaciones. El aumento del bienestar social, el crecimiento económico no deben ser a costa de dañar el medio ambiente.