Un globo, dos globos, tres globos

La tierra es un globo (de plástico) donde vivo yo.

Según los conocimientos actuales, hace unos 4.500 millones de años (millón más o menos) se formó el planeta tierra. El impacto del protoplaneta Theia desgajó un trozo de materia formando la Luna. La vida se inició hace unos 3.800 millones de años y unos cuantos millones después las cianobacterias modificaron la atmósfera terrestre produciendo un gas letal para las especies existentes: el oxígeno, provocando la primera gran extinción de la vida terrestre, que por entonces se trataba de bacterias y sus parientes los arqueos. El oxígeno fue esencial para la generación de las células eucariotas y a partir de ellas la evolución produjo organismos multicelulares superiores hasta llagar al Homo Sapiens hace unos 300.000 años. Durante todos estos periodos, además de la extinción que supuso el cambio de atmósfera, el planeta ha padecido cinco extinciones masivas más, en las cuales el 90% de especies existentes desaparecieron. Las causas de las extinciones fueron diversas: Subidas del nivel de agua de los océanos, Incremento de CO2 provocado por el vulcanismo, impacto de asteroides, periodos de glaciación, etc.
Ahora las noticias son impactantes: El planeta se muere. Millones de toneladas de plástico lanzadas al mar diariamente. En el océano Pacífico hay islas de plástico del tamaño de media Europa. Se tardan entre 200 y 1.000 años en descomponer el plástico.
Por supuesto que el planeta no se muere ni se va a destruir (solo un cataclismo similar al provocado por la Estrella de la Muerte de Darth Vader llegaría a destruir la Tierra). Pero, si que es cierto que, el planeta se está modificando. El microplástico invade los océanos , los peces se ven afectados. El enorme basurero marítimo modifica el sistema ecológico terrestre alterando las reglas. Las especies no pueden adaptarse a estos cambios rápidos y están abocadas a la desaparición. Y el Homo Sapiens también. El plástico nos condena a desaparecer.
Los gobiernos están legislando, tarde y mal, sobre el uso de las bolsas de plástico, anteponiendo como siempre aspectos económicos. Esto no basta, hay que ser conscientes de que hay que hacer mucho más, todos tenemos que aportar nuestro grano de arena. La batalla contra el plástico no es un tema económico es un tema de supervivencia.